Creada y desarrollada por Gerda Alexander en 1940 la disciplina corporal de eutonía propone desarrollar un observador interno que sea capaz de sentir el propio cuerpo sin juzgar y registrar sus estados de tensión de modo de ir logrando adaptar el tono a la situación presente: permitir que fluctúe, sea flexible y este disponible según la actividad que nos proponemos realizar.
Eutonía= Eu: bueno – armonioso. Tonía: tono, tensión.
Los principios de la eutonía ayudan al individuo a desbloquear las fijaciones tónicas, las cuales suelen generar contracturas, posturas no beneficiosas, deterioro articular, emociones estancadas, etc.
Los desbloqueos pueden suceder inmediatamente o con el tiempo, encontrándose formas nuevas y más sanas de funcionar en armonía con su cuerpo y su mente.
Su influencia positiva se extiende a los problemas psicosomáticos o netamente físicos, reduciendo estrés, aliviando dolores y ampliando la posibilidad de estar presentes en el aquí y ahora.
Sus propuestas respetan las posibilidades de cada participante y apuntan a la autonomía y autocuidado.
Eutonía es un tiempo para establecer contacto consciente con la propia corporalidad: Dirigir la atención. Practicar la presencia. Habitar los espacios.
Se experimenta el volumen del cuerpo, la presencia de la musculatura, del esqueleto y su orientación en el espacio, además de su transporte y su uso. Se trabaja también con distintas calidades de movimientos, pasivos o activos, pequeños o que requieren mayor fuerza.

